
El derrame cerebral sucede cuando el flujo sanguíneo que va hacia el cerebro se altera o se ve bloqueado. Si hay falta de oxígeno y de nutrientes en el cerebro puede darse lo que es conocido como “muerte cerebral”.
Una vida sana es la mejor forma de prevenir percances de este tipo. Todo influye: la presión arterial, problemas cardiacos, colesterol, nivel de azúcar y el tabaco, pero si aún así ocurre (también intervienen otros factores como la genética), una técnica para salvar a alguien que está dando señales de un derrame cerebral es usar una aguja.
Es un recurso de emergencia, pero puede ser efectivo.
Primero debes esterilizar la aguja. Lo ideal es usar una inyectadora, pero si no la tienes, puedes usar un alfiler. Aplícale alcohol o ponlo al fuego unos segundos.
En cuanto a dónde debes pinchar, no hay un punto específico, solo busca cerca de la uña de los dedos y clava la aguja lo suficientemente profundo como para que la sangre fluya. Si no gotea aprieta la zona hasta que empiece a fluir la sangre. Luego continúe pinchando en todos los dedos de las manos.
Si la boca del paciente se tuerce o deforma, dale masaje en las orejas hasta colocarlas rojas para que la sangre se dirija a esa zona. Pincha las orejas en la parte blanda, donde se colocan los aretes. Así la sangre fluirá como en los dedos. Pronto su boca volverá a ser normal, pero es importante llamar a emergencias.